jueves, 31 de octubre de 2013

¡FELIZ HALLOWEEN CON CALVIN & HOBBES!




Celebramos Halloween 2013 con una selección de tiras de prensa de 'Calvin and Hobbes', la obra maestra de ese genio inigualable llamado Bill Watterson. Espero que las disfrutéis.







martes, 22 de octubre de 2013

TOM WAITS - GOIN' OUT WEST




Vídeo de la canción 'Goin' Out West' de Tom Waits, perteneciente al álbum 'Bone Machine' (1992) y dirigido por el cineasta independiente Jim Jarmusch. El tema alcanzó cierta popularidad unos años después al ser incluido en la banda sonora de la película 'El Club de la Lucha', de David Fincher (1999). Enjoy!





GOIN' OUT WEST:

I'm goin' out West,
where the wind blows tall,
'cause Tony Franciosa
used to date my ma.
They got some money out there,
they're giving it away.
I'm gonna do what I want
and I'm gonna get paid.
Do what I want
and I'm gonna get paid.

Little brown sausages
lying in the sand.
I ain't no extra, baby,
I'm a leading man.
Well, my parole officer
will be proud of me,
with my Old 88
and the devil on a leash.
My Old 88
and the devil on a leash.

I know karate, voodoo too.
I'm gonna make myself available to you.
I don't need no make up,
I got real scars.
I got hair on my chest,
I look good without a shirt.

Well, I don't lose my composure
in a high speed chase.
Well, my friends think I'm ugly,
I got a masculine face.
I got some dragstrip courage,
I can really drive a bed.
I'm gonna change my name
to Hannibal or maybe just Rex.
Change my name to Hannibal
or maybe just Rex.

I know karate, voodoo too.
I'm gonna make myself available to you.
I don't need no make up,
I got real scars.
I got hair on my chest,
I look good without a shirt.

I'm gonna drive all night,
get some speed.
I'm gonna wait for the sun
to shine down on me.
I cut a hole in my roof
in the shape of a heart.
And I'm goin' out West,
where they'll appreciate me.
I'm goin' out West,
where they'll appreciate me.

Goin' out West.
Goin' out West.

viernes, 18 de octubre de 2013

DC NATION: SHADE THE CHANGING MAN



Cortometraje animado de apenas 1 minuto de duración para 'DC Nation', el programa destinado al público infantil que Warner Bros. emite todos los Sábados por la mañana en los EE.UU. a través del canal temático Cartoon Network,  y en el que el protagonismo de los personajes de la editorial de Batman y Superman es absoluto.

Shade the Changing Man siempre ha sido una de mis series Vertigo favoritas, gracias a la genial vuelta de tuerca que le dieron unos primerizos Peter Milligan y Chris Bachalo a primeros de los 90 al personaje creado por Steve Ditko en la década de los 70. Una de esas series en las que la locura y la excentricidad campaban a sus anchas, recomendada para todos aquellos que quieran leer algo distinto. Fue editada íntegramente en castellano por Planeta en el año 2005.


miércoles, 9 de octubre de 2013

LA IMAGEN MÁS ICÓNICA DE HULK


Pocket Book Series Vol. 1 - The Incredible Hulk, 1979.

¿Recordáis las logoformas de los cómics Marvel? Ya sabéis, esas imágenes de los personajes protagonistas situadas en un recuadrito en la parte superior izquierda de la portada que aparecían junto a la fecha y el precio en todas las cubiertas de los cómics Marvel, desde su misma creación en los años 60 hasta el último tercio de la década de los 90, en que desaparecieron por completo por decisión editorial. A mí siempre me encantaron, y de hecho me parecían una de las señas de identidad clave que diferenciaban las portadas Marvel de aquellas de la 'Distinguida Competencia' (que diría el Profesor Loki). Aún las echo de menos. Sin ellas, las portadas de los títulos de superhéroes de las dos grandes del cómic USA se han homogeneizado tanto que, si no fuera por los personajes, a veces costaría distinguirlas.

Pues bien, Sal Buscema ostenta el récord de ser el artista que más ejemplares ha dibujado de la serie del Goliat esmeralda, en una larguísima etapa situada a caballo entre dos décadas (de 1975 a 1985) que abarcaba más de un centenar de números. Por tanto, para toda una generación de lectores de aquella época la imagen de Hulk legada por el menor de los hermanos Buscema es la imagen definitiva  y arquetípica del personaje. El Hulk de Buscema es Hulk. Punto.

Aunque el bueno de Sal no llegaría a encargarse nunca de la realización de las portadas de la serie, más por falta de tiempo que por otra cosa. Lo cual no deja de ser curioso. De hecho, de todos los números que dibujó, tan sólo las portadas de The Incredible Hulk # 236, # 277 y # 278 llevaban su firma. Pero Buscema sí que se encargaría del diseño de la logoforma, presente en la mayoría de cubiertas de aquel tiempo. Aunque las portadas no estuvieran dibujadas por Buscema, él estaba presente en todas ellas de alguna manera.

Posteriormente, esa misma logoforma fue utilizada como imagen de cabecera de un ejemplar de la colección Pocket Book Series (la imagen que tenéis situada en el encabezamiento del post), un recopilatorio de tamaño bolsillo en el que Marvel recogía los 6 primeros números de The Incredible Hulk (aquellos dibujados por Jack Kirby protagonizados por la versión gris y primigenia de la Masa). Por lo tanto, el contenido del tomo poco tenía que ver con la imagen que se publicitaba en cubierta.

Aún así, el hecho de que la logoforma de Buscema se impusiera como la ilustración de referencia del personaje (por encima de las de Kirby o Trimpe, apareciendo en multitud de productos de merchandising de los 80) os servirá para haceros una idea del talento de este autor -fundamental en el devenir creativo del gigante verde- y del valor icónico intrínseco de esta imagen.

martes, 8 de octubre de 2013

CAMBIAR EL MODELO EDUCATIVO



Que el actual modelo educativo necesita ser reformado es algo que no se le escapa a nadie. No hay más que echar una ojeada a los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística para darnos cuenta del deterioro de la calidad de la educación en nuestro país en los últimos 20 años, abarcando todos los escalafones. Una tasa inasumible de fracaso escolar, el abandono temprano del sistema educativo por parte de un alto porcentaje de la población joven, la degradación de contenidos de los planes de estudios, el hecho de que ninguna universidad española se encuentre entre las 100 mejores del mundo, las escasas (casi nulas) posibilidades de inserción en el mercado laboral de todos aquellos universitarios que finalizan sus respectivas carreras, doctorados o estudios de postgrado... Todos ellos son indicadores de que durante décadas -prácticamente desde la Transición- se ha venido gestando un problema con el modelo educativo que finalmente ha terminado por estallarnos en la cara en plena crisis económica, sin que ningún gobierno de uno u otro signo haya sabido (o querido) ponerle solución. Así pues, en estos momentos se produce una situación paradójica en nuestra sociedad, en la que conviven coetáneamente dos generaciones bien distintas: la de los jóvenes mejor preparados de la historia del país (algunos piensan incluso que sobre-preparados) junto a la de aquellos que experimentaron en sus propias carnes las lacras del fracaso y el abandono escolar a edad temprana. Pero hay una cosa que los iguala a ambos: en estos momentos ninguno de ellos es capaz de encontrar empleo. Si la muerte es la igualadora suprema, aquella que trata por igual a ricos y pobres, en España ese título lo ostenta el paro, puesto que deja sin trabajo a todos los jóvenes de la misma manera, independientemente de su grado de preparación.

Y a pesar de la necesidad evidente de un cambio en la manera de gestionar la educación a nivel nacional, soy de los que se manifiestan definitivamente en contra de la polémica reforma que el ínclito señor Wert -a la sazón Ministro de Educación- planea llevar a cabo contra viento y marea con la ley bautizada con su nombre. Porque creo sinceramente que dicha ley va a profundizar aún más en los males que padece de manera crónica nuestro sistema educativo. Porque esta ley, que supuestamente persigue la excelencia académica y el premiar los méritos de los estudiantes (eso que se ha dado en llamar 'la cultura del esfuerzo', algo positivo en principio), nace de base con un tremendo lastre ideológico. La Ley Wert representa en el fondo una enorme carga de profundidad contra la igualdad de oportunidades y el sistema de educación pública, puesto que pretende segregar a los estudiantes en función de la capacidad económica de sus progenitores. O en otras palabras, busca alcanzar el viejo sueño, El Dorado de la derecha: una educación de dos velocidades, para ricos y para pobres. El resto es un disfraz semántico y eufemístico con el que maquillar lo que de otra manera resultaría inaceptable.

Si debemos cambiar, que el cambio sea a mejor. Nunca a peor.

Por eso considero fundamental que todo aquel que esté interesado en cambiar los paradigmas de nuestro sistema educativo -pertenezca a la comunidad docente o no- eche un vistazo a este vídeo. En él, el famoso escritor y educador británico Ken Robinson explica los motivos por los que piensa que el sistema educativo vigente en la actualidad en la mayoría de nuestras sociedades occidentales está equivocado. Sobre la base sonora de uno de los discursos de Robinson frente a un auditorio de profesores, el vídeo despliega ante los ojos del espectador una representación gráfica en forma de cómic de las teorías del orador. El actual modelo educativo se implantó en el siglo XIX, tras la Ilustración, y tenía una función concreta: capacitar a toda una generación de jóvenes como mano de obra cualificada en plena Revolución Industrial. Era un método ideado ex-profeso por y para un sistema productivo concreto: el capitalista. A cambio de introducir toda una serie de conocimientos utilitaristas en las cabezas de los jóvenes, el sistema sacrificaba a cambio la creatividad, la curiosidad y la capacidad de crítica innata de los niños. Se les enseñaba a obedecer, a acatar la autoridad, no a tener pensamiento autónomo ni a desarrollar capacidad de crítica. En otras palabras, se les alienaba, limitaba y lastraba de por vida. Las escuelas estaban diseñadas como fábricas de estudiantes, en las que todos eran homogeneizados como productos, independientemente de las capacidades o cualidades individuales de cada alumno. A pesar de que ya han transcurrido dos siglos desde entonces, seguimos aplicando con nuestros hijos el mismo modelo educativo que era utilizado en aquel tiempo, cuando ni las circunstancias históricas ni la coyuntura económica o social son en absoluto las mismas. El sistema está completamente desfasado.

Ye hemos comprobado que el actual modelo educativo no funciona. Creo que en lugar de quejarnos ha llegado el momento de probar algo distinto, algo que potencie las capacidades de nuestros niños en lugar de lastrarlas. ¿No os parece? Porque sin educación no hay futuro que merezca la pena.


lunes, 7 de octubre de 2013

ALPHA FLIGHT SOUTH PARK STYLE







Un poco de humor escatológico para retomar la actividad del blog, un tanto escasa últimamente...