viernes, 28 de diciembre de 2012

STAN 'THE MAN' LEE CUMPLE 90 AÑOS...


-1968-

...tal día como hoy, y no es una inocentada. Y para celebrar la entrada en la novena década de vida del mayor 'showman' del mundo del cómic, aquí os dejo con esta hilarante escena con Jason Lee (ningún parentesco) de la película 'Mallrats' de Kevin Smith (1995). La verdad es que 17 años después de esta película y el viejo Stan sigue manteniendo la misma vitalidad y el mismo ingenio de siempre. Este hombre nos va a enterrar a todos... EXCELSIOR!




CÓMICS MARVEL DE LOS 80 (II):
IRON MAN # 160 USA (JULIO 1982)



Título: ‘A Cry of Beasts’.
Guión: Denny O’Neil.
Lápiz: Steve Ditko y Marie Severin.
Entintado: Dan Green.
Color: Don Warfield.
Portada: Jim Starlin.

Este es uno de esos cómics de los que guardo un recuerdo imborrable, quizás debido a que en el momento en que apareció publicado en España por primera vez (en Junio de 1986, en el número 15 del volumen 1 de la serie de Iron Man de Forum, cuya portada tenéis reproducida más arriba) yo contaba con unos 9 años de edad. Por aquel entonces lo que más me impresionó de la lectura de aquel número no fueron las aventuras del héroe, ni los villanos a los que se enfrentaba, sino el tema que abordaba de fondo: EL ALCOHOLISMO, un tema que a mi yo infantil le parecía demasiado adulto para ser tratado en un cómic. Sin embargo, aquel tebeo no sólo salía bien parado de su aproximación a un tema tan peliagudo, sino que personalmente me demostró que no había temáticas prohibidas ni argumentos tabúes para un medio como el cómic. El cómic como expresión artística hacía muchos años que había alcanzado la mayoría de edad.

El número 160 era el segundo escrito por Denny O‘Neil (tras el inicial # 158 y el fill-in del # 159, al que dedicamos la entrada anterior), en lo que sería una larga estancia en la serie, prolongada hasta el número 208. O’Neil siempre ha sido un guionista caracterizado por atreverse a tratar temáticas adultas y socialmente comprometidas en sus cómics. Sin embargo, el mérito de la introducción de la temática del alcoholismo en Iron Man no es atribuible a O’Neil, sino a David Michelinie, su antecesor al cargo de las aventuras del Hombre de Hierro. Michelinie firmaría junto a John Romita Jr. una de las mejores historias de Iron Man jamás publicadas, el número 128 (Noviembre de 1979), titulada ‘Demon in a Bottle’ (‘El Demonio en una Botella’), durante la denominada ‘primera crisis alcohólica de Tony Stark’, cuya mítica portada tenéis más abajo.

Portada obra de Bob Layton.
Sin embargo, durante su etapa de casi 50 números O’Neil condujo la adicción al alcohol de Tony más lejos de lo que nadie antes se había atrevido. Durante la ‘segunda crisis alcohólica de Stark’, el guionista llevó a la ruina a Stark Industries, y redujo al millonario playboy a semejante estado de embriaguez y de incapacitación que su puesto como Iron Man tuvo que ser ocupado durante muchos números por James Rhodes (futuro Máquina de Guerra). Quizás desde la perspectiva del lector actual, tan resabiado y tan vuelta de todo, la sustitución de Tony Stark por otro héroe no sea nada impactante, pero os aseguro que para todos los lectores de aquellos primeros años 80 fue un auténtico shock. En su momento fue una decisión bastante arriesgada e innovadora, antes de que este tipo de estrategias se convirtiesen en norma habitual para incrementar las ventas de los cómics. A muchos fans que habían abandonado la serie previamente aquello les pilló con el pie cambiado, y al regresar exclamaban atónitos: ‘¡No me lo puedo creer! ¿Ahora Iron Man es negro?’ Finalmente, y como era inevitable, Tony superaría su adicción y regresaría a ocupar su puesto como héroe, con una nueva armadura blanca y roja, en un proceso de redención personal similar al de Daredevil tras 'Born Again'. Pero eso no quita para que los aficionados de entonces nos tragáramos que el trueque Rhodes por Stark iba a ser algo permanente. Los lectores éramos mucho más inocentes por esa época.
Otra portada mítica, Iron Man # 170,
obra de Luke McDonnell y Steve Mitchell,
en la que Jim Rhodes viste por primer vez
la armadura del Hombre de Hierro.
Ya desde la estupenda portada de Jim Starlin, con Iron Man luchando en desigualdad contra el Escuadrón Serpiente (en una magnífica composición en diagonal que acentuaba lo desequilibrado e inestable de la lucha), se intuía que aquel iba a ser un número especial. Sospechas que quedaban confirmadas nada más pasar página y encontrarnos con esta maravillosa splash page, obra de Marie Severin. En ella observamos a un Tony Stark completamente ebrio en la barra de un bar de la América rural, ataviado con su armadura pero con el casco tirado despreocupadamente por el suelo. En su mano izquierda apenas acierta a sostener una botella de whiskey, mientras que en la derecha empuña los restos de otra con la que se ha valido para cortarle la cara a uno de los parroquianos del tugurio tras una pelea tabernaria. El pobre diablo llora y gimotea en el suelo con las manos en el rostro. Tony se tambalea dando tumbos, mientras grita borracho su identidad secreta a los cuatro vientos:

- No oss metáiss conmigo…¡No osss metaisss conmigo! ¿Me oísss? Porque ssoy Tony Ssstark… el Hombre de Hierro… y puedo zurrar a cualquiera… ¡Sssoy el invencible Hombre de Hierro!…


En esta magistral página Severin logra transmitir a la perfección la atmósfera grotesca que la artista sin duda estaba buscando transmitir, pero grotesca en el sentido del ‘esperpento’ valleinclanesco. No sólo por la suciedad del antro llamado Norton‘s Bar (reflejado en mil pequeños detalles: el reloj roto detenido a punto de dar las 10, las fotos de mujeres desnudas y boxeadores que adornan el local, los avisos de que no se fía ni hay cambio disponible visibles sobre el espejo, los ceniceros llenos de colillas, el suelo pringoso por las bebidas derramadas y los restos de cristales…) sino también por el estilo feísta, caricaturesco, casi underground, con el que la dibujante define los rostros y rasgos de los personajes: la cara desquiciada y desencajada de Tony Stark con el cabello grasiento y sudado, la expresión de asombro y sorpresa del camarero calvo con el cigarro en la boca, el miedo en los ojos del personaje en primer plano que hace un gesto de tranquilidad con las manos, o el trío del fondo, cuya actitud varía desde el estupor del granjero que ha visto interrumpida su partida de cartas con los naipes en la mano a la sonrisa burlona del paleto de la gorra, que parece estar disfrutando del espectáculo que se presenta ante sus ojos. Todo ello confiere a la escena de un halo estilo ‘american gothic’, de sociedad rural aislada y perdida en el tiempo, como el metafórico reloj roto pretende destacar. Mientras, dominando la composición, el título ‘A Cry of Beasts’ (traducido en la edición española como ‘Grito Animal’) nos recuerda que el hombre es a su manera la peor de las bestias.

Naturalmente, el estilo feísta y caricaturesco de esta ilustración se debe a que Marie Severin dibujó durante los 80 en el magazine de humor satírico ‘Crazy’ (el intento por parte de Marvel de competir con la revista ‘Mad’), así como en el autoparódico ‘Not Brand Echh’. Severin es una de esas ‘artistas de plantilla’ de Marvel de toda la vida, una persona entrañable, más conocida por su faceta de colorista y eventual entintadora en cientos de números, pero cuya labor como dibujante no ha sido nunca lo suficientemente valorada. Severin es en mi opinión un personaje a reivindicar, ya que sin duda merece más reconocimiento y admiración del que tiene en la actualidad. Doblemente si pensamos que fue una de las pocas artistas femeninas integrantes del Marvel Bullpen durante los 70 y 80.
Portada del libro 'The Mirthful Mistress of
Comics'
, de Dewey Cassell.
Esta es la única página que dibujó Severin en todo el número. El resto están dibujadas por Steve Ditko. ¿A qué se debió el hecho de que el creador de Spider-Man y Doctor Extraño dibujase todas las páginas del número menos una, algo ciertamente poco usual? Al parecer, cuando leyó el argumento de O’Neil, Ditko se negó ante el editor Mark Gruenwald a dibujar una historia tan desmitificadora como aquella, que tenía una visión totalmente contrapuesta al ideal heroico randiano que Ditko propugnaba. Ya se sabe que Ditko era un artista muy ‘especial’, incapaz de hacer nada que contradijera su particular ideología personal. Al final, tanto Gruenwald como O’Neil lograron convencerle de que dibujase todo el episodio, con la salvedad de la splash page de la página uno, origen de todo el conflicto, para la que tuvieron que recurrir a Severin. Curiosa anécdota, ¿verdad?

Lo cierto es que aquella página me impresionó tanto en su momento, que se me quedó grabada a fuego. Aún hoy día, sigue siendo mi página favorita de todas las que he leído sobre Iron Man. Personalmente, si sólo pudiera salvar del fuego una página de las miles que conforman las aventuras del Vengador metálico, sería sin duda esta. Lo más curioso es que en 1983, un año después de que se publicase este número, el director Richard Lester incluyó en la tercera película de Superman del añorado Christopher Reeve una secuencia muy parecida a la que se narra aquí. De jovencito siempre me llamó la atención esta casualidad y la similitud de las escenas.


Como decíamos, el resto del número está dibujado por Steve Ditko, y aunque el Ditko de los años 80 no se encontraba al mismo nivel de plenitud y genialidad que el Ditko de los 60 (como puede comprobarse en su etapa en ‘ROM the Spaceknight’), quien tuvo retuvo, y el peculiar artista firmó unas páginas a un gran nivel. Un poco de Ditko sigue siendo mucho. Al igual que sucedía con Paul Smith en el anterior número 159, el 160 fue el único ejemplar de Iron Man que Ditko dibujaría en su carrera. Se trata por tanto de una rareza, un número único e irrepetible.

Al pasar a la página 2, descubríamos que la escena de la splash page no había sido más que una pesadilla de Tony Stark, al mismo tiempo que O’Neil informaba a nuevos lectores -a través de los bocadillos de pensamiento- del pasado alcohólico del personaje y de su miedo a recaer en la bebida, con lo que en apenas unas líneas dejaba rápidamente planteado el conflicto del número.

- ¡No… no! ¿Ese sueño otra vez… esa pesadilla! Mi horror personal. No he tomado un trago en más de un año… pero casi podía saborear el licor. Es probable que esté en mi subconsciente debido a la fiesta a la que tengo que acudir esta noche, en la que habrá litros de alcohol.


A pesar de estar rehabilitado, el mayor temor de Stark es ser débil y recaer en su adicción. Como vemos, esta es una de las características intrínsecas de los héroes Marvel, en palabras de Stan Lee: superhéroes con superproblemas. Ídolos con pies de barro y con debilidades muy humanas. La imperfección y humanidad de los héroes Marvel contrastaba poderosamente con la idealización de los héroes de la Distinguida Competencia, más perfectos y por lo tantos más lejanos y ajenos al lector. Más próximos por tanto al mítico arquetipo heroico admirado por Ditko.

Y lo cierto es que en la fiesta a la que acude Stark no faltarían las ocasiones en las que caer en la tentación, con infinidad de camareros ofreciéndole toda clase de bebidas espirituosas, desfilando con bandejas ante sus ojos anhelantes. Stark acude al acto social acompañado de Muffy Cuddle, una actriz de serie B que se convertiría en la gran protagonista al final del número. Muffy, al igual que el propio Stark, es alcohólica, solo que ella no busca una solución para su problema. Tony ve personificados en la actriz todos los aspectos que odia y desprecia de sí mismo.


- Tony: 'Maravilloso... justo lo que necesitaba... una borracha.'



Más allá de lo argumental, Ditko maneja en este cómic toda una serie de recursos narrativos y estilemas gráficos que son puro Ditko. Como prueba esta viñeta, en la que el artista hace gala de su capacidad de síntesis, resumiendo en 3 simples figuras el proceso a través del cual Stark se viste con la armadura de Iron Man.



O las escenas en que Iron Man da caza a los tigres y leones escapados del zoo, y que inevitablemente recuerdan a las escenas análogas dibujadas por el propio Ditko 20 años antes en el legendario 'Amazing Spider-Man Annual' # 1 (1964, la primera aparición de Los Seis Siniestros) en la batalla de Spider-Man contra Kraven el Cazador.


Página del mencionado 'Amazing Spider-Man Annual' # 1 (1964).

O la peculiar y distinguible manera que tenía Ditko de 'mover' a los personajes, patente en estas secuencias, en las que Mamba Negra disparaba y envenenaba a Iron Man y a un asistente a la fiesta.




Como colofón, tras derrotar al Escuadrón Serpiente, un agotado Iron Man se quita el casco y observa en un espejo su propio rostro amoratado y sanguinolento tras las secuelas del combate, quizás para recordar al lector que no es la armadura, sino el héroe debajo de la armadura lo importante. Y entonces, una Muffy Cuddle que se ha pasado todo el episodio bebiendo, traumatizada tras la batalla contra el Escuadrón Serpiente, comienza a sufrir alucinaciones (el 'delirium tremens' alcohólico) agazapada en una esquina, mientras cree ver cientos de serpientes reptando por su cuerpo, en un acto de justicia poética, ante la mirada de impotencia y compasión de Iron Man. Os dejo con las palabras de Dennis O’Neil, en un final tan trágico y amargo que no podréis olvidaros nunca de él.


- Muffy Cuddle: ¡Serpientes… serpientes reptando… reptando sobre mí…!
- Iron Man: No existen… excepto en tu cabeza.
- Texto de apoyo: Para Muffy Cuddle, las últimas semanas han discurrido como una larga fiesta. Esta noche empieza a pagar por ellas. Y Tony Stark la mira, compadeciéndose de la joven… preguntándose si él mismo será alguna vez libre de la pesadilla que habita en el fondo de una botella.

domingo, 23 de diciembre de 2012

CÓMICS MARVEL DE LOS 80 (I):
PAUL SMITH EN IRON MAN


Portada de Iron Man # 159 (Junio de 1982), obra de Paul Smith.

A mediados de 1982, el comic-book de Iron Man, el Vengador escarlata, se encontraba en un momento de transición. Atrás quedaba una larga y exitosa etapa a manos del guionista David Michelinie y de un primerizo John Romita Jr. Ambos autores fueron los encargados de realizar muchos de los mejores números de la serie hasta el momento, y algunos de los que los aficionados guardan un mejor recuerdo.

Aunque tanto Michelinie como Romita Jr. volverían por separado a la serie más de un lustro después de su partida, lo cierto es que en 1982 se preparaban para ceder el testigo a partir del número 160 al equipo formada por el veterano Dennis O'Neil (que había abandonado DC un par de años antes) y por Luke McDonnell en el apartado gráfico.

El número 159 es pues un fill-in, un número de relleno situado como bisagra en medio de dos largas etapas.  Lo que hace especial este número es el artista encargado de dibujarlo, Paul Smith, uno de los pencilers con más talento del mercado americano y tristemente uno de los menos prolíficos, con apenas 8 decenas de comic-books dibujados en más de 30 años de carrera. Por lo tanto, cada número realizado por este autor es un pequeño tesoro en sí mismo.

Paul Smith comenzó su carrera trabajando como animador a las órdenes del director Ralph Bakshi en la adaptación de 'El Señor de los Anillos', y de ahí pegó el salto al mundo del comic-book. Lo cierto es que su pasado como animador dejó su huella en su manera de dibujar, cuyo estilo se caracteriza por la síntesis en el trazo (tremendamente elegante y estilizado, casi de línea clara), por la expresividad facial y corporal de sus personajes y por lo diáfano de su narrativa.

Entre sus trabajos más conocidos se encuentra una breve pero recordada etapa en Doctor Extraño junto al guionista Rogern Stern (a la que la crítica especializada no ha dudado en tildar como una de las mejores y más definitorias del personaje, a la altura de las de Ditko o Colan), la primera miniserie de 'X-Men y Alpha Flight' (que dio lugar a la saga de 'Las Guerras Asgardianas', cuya segunda mitad se encargaría de dibujar otro artista maldito, Arthur Adams) o 'La Edad de Oro' para DC junto a James Robinson, quizás el elseworld definitivo sobre la JSA y el All-Star Squadron.

Pero si por un trabajo es especialmente recordado Paul Smith hoy en día, ese es sin duda por la decena de números que dibujó en 'The Uncanny X-Men' junto a Chris Claremont (165-170 & 172-175 USA). Smith sustituyó a Dave Cockrum como dibujante, que a su vez había regresado a la serie previamente tras la marcha de John Byrne. Y lo cierto es que el trabajo de Smith supo estar a la altura de Byrne. Algunos piensan que incluso lo superó en algunos aspectos. ¿Quién no recuerda algunas escenas míticas, como la de la transformación de Tormenta durante la Saga del Nido? ¿O la famosa splash-page en que Kitty Pride gritaba -¡El profesor Xavier es un idiota!? ¿O el duelo a navaja entre Calisto y Ororo, con el liderazgo de los Morlocks y la vida del Ángel en juego? ¿O Scott Summers agujereando una moneda en el aire mientras cortejaba a Madelyne Pryor? ¿O el cambio de look de Tormenta y su peinado mohawk, tan propio de los 80? ¿O el duelo de Cíclope contra el resto de miembros de la Patrulla-X, manipulados mentalmente por Mente Maestra? Y tantos y tantos otros momentos inolvidables de esta etapa, tan numerosos que cuesta recitarlos...

Volviendo al número de Iron Man que nos ocupa, es necesario mencionar que el guión corrió a cargo de Roger McKenzie, y cuenta con un argumento sencillo, como corresponde a un número unitario. Tras enfrentarse a los 4 Fantásticos en el famoso número 232 de su serie (el número que fue el punto de arranque de John Byrne como autor completo al frente de 'The World's Greatest Comic Magazine', en Julio de 1981), el villano Diablo fue derrotado con la ayuda mística del Doctor Extraño. Habiendo perdido la memoria a resultas del combate, un amnésico Diablo trabaja como bedel en Industrias Stark hasta el momento inevitable en que recupera sus recuerdos, desatándose la batalla contra Iron Man.

Así pues, argumentalmente el número no es más que un combate entre el Vengador y un villano prestado de la galería de los 4F, que reaparece aquí. Entretenimiento puro, pirotecnia sin pretensiones. Pero eso sí, menudo combate. Merece la pena deleitarse con las páginas dibujadas por Smith, que soporta sobre sus hombros todo el peso del cómic, empezando por la splash-page inicial con el dragón bicéfalo.



Como era de esperar, el alquimista español carga contra el héroe con toda clase de elementales, ya sea de fuego, hielo, aire o piedra, como ese magnífico golem de asfalto que hace que Iron Man atraviese varias plantas de pisos de Stark International.





Y entonces alcanzamos el momento cumbre, el clímax de la batalla, cuando Diablo lanza los 5 modelos previos de armaduras animadas contra su dueño, en una secuencia muda de 2 páginas que es absolutamente magistral, antológica. No sólo por la manera en que Smith descompone la acción en páginas de 8 viñetas, barajando sabiamente los planos (narrativamente impecable, con ese plano de las antiguas armaduras golpeando con saña a Stark alejándose gradualmente, dando la derrota por segura, en una secuencia de 3 viñetas, para a continuación comenzar en la siguiente página a imponerse paulatinamente a ellas, una por una), sino también por la expresividad épica de la anatomía de los combatientes, con Iron Man alzándose sobre los restos destrozados de sus contrincantes. En ese sentido, estas 2 páginas me parecen tan buenas como las célebres 3 primeras páginas mudas que dibujara Steranko para el número 1 de 'Nick Fury: Agent of S.H.I.E.L.D.' (Junio de 1968).




Finalmente, tras derrotar al villano, Iron Man se lo entrega a los 4 Fantásticos para que lo custodien, terminando el cómic con un simpático comentario de la Cosa, que por aquella época desconocía la identidad secreta de Tony Stark.

- Sue Richards: Por cierto, Ben... Me pregunto donde estará Tony Stark.
- Ben Grimm: Ah, todos los playboys son iguales, Susie. No tienen ni una sola preocupación en el mundo. ¿No  es verdad, cabeza de lata?
- Iron Man: Ben... no sabes ni la mitad.


Fijaos en los rostros de Iron Man en todas las viñetas. Lo cierto es que nunca la inexpresiva máscara del Hombre de Hierro había resultado tan expresiva como en las manos de un dibujante como Paul Smith, ni la armadura clásica (la mejor de todas las armaduras del personaje) había lucido tan bien desde tiempos de Neal Adams.

En España, el número 159 de Iron Man se publicó por primera vez dividido entre los números 14 y 15 del volumen I de la serie de Cómics Forum en 1986, debido a la extraña costumbre que tenía Planeta en aquella época de cortar episodios por la mitad.

Después de este episodio, Paul Smith no volvería jamás a dibujar la serie de Iron Man (con la excepción del Annual 10 de Agosto de 1989, inmerso en la saga 'Atlantis Attacks'), con lo cual este pequeño número aumenta su valor, al tratarse prácticamente de un ejemplar único e irrepetible.

sábado, 22 de diciembre de 2012

FELIZ NAVIDAD CON ALEX ROSS


En España, el sorteo del gordo de la Lotería de Navidad cada 22 de Diciembre marca el pistoletazo de salida oficial de las fiestas navideñas. Si como yo, tenéis que conformaros con tener buena salud después del sorteo, no desesperéis (al fin y al cabo todos los años pasa lo mismo). Lo realmente importante es poder disfrutar de estas fiestas en compañía de todos vuestros seres queridos (sobre todo después de haber sobrevivido al apocalipsis maya). XD


Christmas Tree.

Christmas Dream.

DC Christmas.

Merry Christmas.

¡FELIZ NAVIDAD (o como diría el bueno de Sergio Ramos, Morri Christmas!) a todos, y un próspero año 2013!

viernes, 21 de diciembre de 2012

THE END OF THE WORLD


Celebramos el fin del mundo maya con la canción 'The End of the World', de The Cure.





Y por si acaso (sólo por si acaso) se cumple la profecía... pues ha sido un placer, señores.

jueves, 20 de diciembre de 2012

ARCHER & ARMSTONG # 3 - ¡QUE SIGA LA FIESTA!



Cada día que pasa me gusta más este título de Valiant Comics. No sólo porque esté bien escrito (que lo está) ni porque cuente con un gran dibujo (que lo tiene). Principalmente me gusta porque su guionista, Fred Van Lente, está demostrando sentirse como pez en el agua al frente de este par de personajes, a los que inmediatamente ha hecho suyos. El escritor está disfrutando con su trabajo, y eso se nota. Vaya si se nota. Como consecuencia, nos hace disfrutar a nosotros, los lectores, con sus continuas ocurrencias, su sentido del humor (tremendamente ácido), sus veladas críticas contra el poder establecido y sus ingeniosos diálogos. 'Archer & Armstrong' es una serie que se lee de principio a fin con una sonrisa permanente en la boca, algo que personalmente no me pasaba desde los mejores tiempos de Peter David al frente de 'Factor-X' o algunas etapas de su 'The Incredible Hulk' en Marvel.

Pero más allá del tono humorístico de la franquicia, Van Lente trufa las páginas del cómic de cientos de detalles dirigidos a los fans, 'guiños' que los aficionados de toda la vida reconocen inmediatamente y cuya caza hace la lectura doblemente interesante, sin que el no reconocimiento de los mismos por parte del lector entorpezca en lo más mínimo el seguimiento de la trama. Un par de ejemplos de esos guiños que tanto nos gustan, incluidos en este número 3:

- 1. Tras deshacerse en números anteriores de la Secta del Uno por Ciento, Armstrong y Archer se dirigen al Vaticano en busca de un milenario objeto de poder. Tras lograr introducirse en las catacumbas de la Santa Sede, la pareja de aventureros se topa con Las Hermanas de la Oscuridad Perpetua, una orden de religiosas guerreras que custodian la reliquia (al modo de los Antiguos Templarios). En mitad del enfrentamiento, Armstrong arroja a Archer contra sus enemigos, de la siguiente forma:


Como muchos habréis adivinado, esto es un homenaje al famoso 'fastball special' de los X-Men. El 'fastball special' tuvo su primera aparición en el número 100 de 'Uncanny X-Men' (Agosto de 1976, dibujado por Dave Cockrum y guionizado por Chris Claremont), en cuyas páginas Coloso y Lobezno pusieron por primera vez en práctica un movimiento que habían venido entrenando en la Sala de Peligro, consistente en que Coloso catapultaba por los aires a Logan como si de una bola de baseball se tratase, para lograr alcanzar a aquellos enemigos aéreos que quedaban fuera del alcance de ambos (el Ángel en este primer caso).


Lo cierto es que este movimiento tuvo tanto calado entre los fans de la serie que Claremont decidió convertirlo en un motivo distintivo de ambos personajes. A partir de entonces, Piotr y Logan repetirían esta combinación una infinidad de veces, en decenas de cómics distintos, de manera recurrente. Uno de los más recordados y emotivos sería la doble splash-page de Astonishing X-Men # 6 (Diciembre de 2004), a cargo de Joss Whedon y John Cassaday, con motivo de la vuelta a la vida del mutante ruso.


Eso sí, fijaos que Van Lente tiene mucho cuidado de bautizar su movimiento como 'cannonball special', para no ganarse una demanda por problemas de copyright.


- 2. Tras superar el obstáculo de las monjas guerreras, Archer y Armstrong llegan hasta la Biblioteca Secreta del Vaticano, aquella en la que se guardan con sumo celo todos aquellos tomos de magia arcana 'supuestamente quemados' durante siglos por la Santa Inquisición. Distraídamente, Archer ojea uno de estos tomos, el Necronomicón, y comienza a leer en voz alta: 'Klaatu Barada N...', cuando es interrumpido bruscamente a mitad de frase por Armstrong: '¡Eh, eh, eh! No sigas leyendo. Confía en mí.'


La frase completa es 'Klaatu Barada Nikto', y está sacada del clásico film de ciencia ficción de serie B 'Ultimátum a la Tierra' ('The Day The Earth Stood Still', 1951, dirigida por Robert Wise). Concretamente estas palabras servían para controlar al robot androide perteneciente al alienígena que visitaba nuestro planeta, y que le salvan la vida a la protagonista (interpretada por Patricia Neal).





Posteriormente, el director de cine Sam Raimi rescataría la susodicha frase en su película 'El Ejército de las Tinieblas' ('Army of Darkness - Evil Dead III', 1992), protagonizada por el genial Bruce Campbell, en la secuencia en la que el protagonista trata de hacerse con el Necronomicón (que es la que Van Lente homenajea en el cómic).




Y para reforzar el sentido de universo compartido en los cómics Valiant, no os perdáis la referencia que hace la hermana Tommy en la última viñeta a 'las investigaciones de la Iglesia sobre una supuesta raza de extraterrestres llamada La Vid' (raza de extraterrestres a la que se enfrenta el protagonista de otro de los títulos integrantes del relanzamiento de Valiant, 'X-O Manowar', de Robert Venditti y Cary Nord).

- De lo que no queda ninguna duda es que Valiant es una de las editoriales de la que hay que estar más pendientes en la actualidad, debido a la calidad de los autores que trabajan en ella y de los cómics que están produciendo. Y la cosa no hace nada más que mejorar. Tras el final del primer arco argumental de 'Archer & Armstrong' (números 1-4), el dibujante Clayton Henry ha sido sustituido para la siguiente saga (números 5-8) por la prometedora Emanuela Lupacchino, que acaba de dejar Marvel, aunque regresará para encargarse del tercer acto.

Sin duda, son buenos tiempos para engancharse a Valiant Comics.

Diseño de personajes realizado por nuestro compatriota David Aja.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

DIAMOND DARRELL EN EL RECUERDO


Diamond Darrel (1966 - 2004).

Supongo que la mayoría de ustedes andará estos días un poco como yo, sobrecogidos por la reciente noticia de la masacre ocurrida en la localidad norteamericana de Newtown, Connecticut, en la que han fallecido 27 personas, 20 de ellos niños de corta edad. A pesar de que estos sucesos son relativamente frecuentes en las escuelas e institutos norteamericanos, uno nunca termina de acostumbrarse del todo al horror de la noticia de unas muertes tan injustas como aleatorias.

En estas circunstancias no he podido evitar el recordar la desgraciada muerte del guitarrista texano Diamond 'Dimebag' Darrell hace 8 años, en un contexto parecido al anterior, máxime cuando la efemérides de su fallecimiento (el 8 de Diciembre de 2004) coincide casi en el tiempo con los sucesos de Newtown.

Como muchos de ustedes ya sabrán, Diamond Darrell fue el guitarrista y miembro fundador del grupo de música extrema 'Pantera', y estaba considerado como uno de los guitarristas más talentosos de las últimos tiempos. Con la llegada del vocalista Phil Anselmo en 1988, el grupo despegaría definitivamente, pasando de ser una banda glam de imitadores de Kiss a revolucionar el panorama musical con un sonido inimitable y evolucionado, mezcla de  thrash, hardcore y stoner rock, que tuvo como piedra fundacional el álbum 'Cowboys from Hell' (1990). A partir de entonces, si una banda ha influenciado como ninguna otra toda la escena metálica durante los años 90 y la primera década del siglo XXI, esa ha sido Pantera.

El 8 de Diciembre de 2004, Darrell fue asesinado mientras tocaba en directo en un club de Columbus, Ohio. Su asesino, Nathan Gale, un joven de 25 años que padecía esquizofrenia, disparó sin motivo aparente a Diamond en el escenario, matando además a otras 3 personas en el tiroteo: un guardia de seguridad de 40 años, un empleado del club de 29 y un asistente al concierto de 23. El técnico de batería del grupo y el mánager de la gira también resultaron heridos de bala.

En un instante la vida de Darrell fue segada. Su familia perdió un ser querido, sus conocidos perdieron un amigo, y miles de fans perdimos su música y su inconmensurable talento para siempre. Como John Lennon, y tantos y tantos otros.

La sociedad norteamericana tiene un grave problema. Está enferma de violencia. Y no es que en los EE.UU. haya más perturbados que en ningún otro país (estadísticamente, hay aproximadamente la misma proporción de personas con transtornos mentales que en otros lugares del mundo). La diferencia radica en que allí los desequilibrados tienen ACCESO LIBRE A LAS ARMAS. Un problema que les urge solucionar rápidamente, a pesar de la dura oposición de grandes sectores conservadores del país, y del que el presidente Obama ha prometido encargarse personalmente.

Como homenaje a Darrell en este octavo aniversario de su muerte, extensible a las recientes víctimas de Newtown, dejo aquí mi canción favorita de Pantera de siempre, 'Cemetery Gates', perteneciente al álbum anteriormente mencionado, 'Cowboys from Hell'. La canción formó parte de la banda sonora de la película 'Demon Knight' (1995), adaptación de la serie de TV 'Tales from the Crypt', inspirada a su vez en el cómic de terror homónimo de EC Comics. Es por eso que en el videoclip se intercalan algunas escenas de la película, en el que el cantante Phil Anselmo luce un look brutal, con la cabeza rapada. Y atentos al solo de guitarra que se marca Darrell al final del tema, para que podáis apreciar en plenitud el talento de este hombre a las seis cuerdas.



El espíritu de la canción, que habla de un amor más fuerte que la muerte, casa muy bien con el espíritu de los cómics de la antigua EC, tan dados al regreso de ultratumba de los seres queridos.




PANTERA - CEMETERY GATES

Reverend... Reverend ...
...Is this some conspiracy?
Crucified for no sins,
an image beneath me.
Lost within our plans for life,
it all seems so unreal.
I'm a man cut in half in this world,
left in my misery...

The reverend he turned to me
without a tear in his eyes.
Nothing new for him to see,
I didn't ask him why.
I will remember
the love our souls had sworn to make.
Now I watch the falling rain.
All my mind can see
now is your (face).

Well, I guess you took my youth
and gave it all away.
Like the birth of a new-found joy,
this love will end in rage.
And when she died,
I couldn't cry - the pride within my soul.
You left me incomplete,
all alone as the memories now unfold.

Believe the word:
I will unlock my door
and pass the Cemetery Gates.

Sometimes, when I'm alone,
I wonder aloud 
if you're watching over me
some place far abound.
I must reverse my life,
I can't live in the past.
Then set my soul free.
Belong to me at last.

Through all those complex years
I thought I was alone.
I didn't care to look around
and make this world my own.
And when she died,
I should've cried and spared myself some pain...
You left me incomplete,
all alone as the memories still remain.

The way we were.
The chance to save my soul,
and my concern is now in vain.

Believe the word:
I will unlock my door
and pass the Cemetery Gates.