miércoles, 29 de agosto de 2012

CORTO MALTESE CUMPLE 45 AÑOS



Bueno, pues ya estamos aquí, de vuelta de las vacaciones y listos para empezar el nuevo curso. Con las pilas cargadas y con ganas de continuar al pie del cañón, a pesar del movidito mes de Agosto que hemos pasado. 

Y qué mejor manera de reanudar la actividad del blog en Septiembre que recordar la figura de Corto Maltese (o Maltés), el inmortal personaje creado por Hugo Pratt en Julio de 1967 para el número 1 de la revista italiana Sgt. Kirk, en la que se publicó la primera entrega de 'Una ballata del mare salato'. Corto alcanza así en este 2012 los 45 años de existencia (la crisis de la mediana edad) y nosotros que lo celebramos, aunque sea con un mes de retraso (olvido inexcusable, por otro lado).

Corto Maltese es uno de esos cómics únicos, imprescindibles y de lectura obligatoria para todo aquel con un mínimo de sensibilidad, artística y poética. Uno de esos personajes irrenunciables para comprender de qué va esto que hemos dado en llamar arte secuencial, junto con el Teniente Blueberry de Charlier y Giraud o el Príncipe Valiente de Hal Foster (la santísima trinidad del tebeo de aventuras). No puedes llamarte aficionado al cómic y no haberlos leído. Su lectura representa una experiencia vital en sí misma, heredera directa de toda una corriente de literatura decimonónica, la novela de aventuras de autores como Melville, London, Rider Haggard o Verne. 

Corto Maltese es el 'alter ego' de Pratt, el genio veneciano de la tinta y la aguada, cuya vida fue no menos interesante y movida que la de su protagonista en la ficción. Maltese es el marino de la eterna sonrisa y la no menos eterna colilla en los labios, con sangre calé corriendo por sus venas. El personaje al que, siendo un niño en las calles de Córdoba, una gitana le leyó la mano el día de su cumpleaños, junto a la Puerta del Perdón, descubriendo horrorizada que le faltaba la línea de la fortuna. Corto pronto remedió esa carencia dibujándose una con la navaja de afeitar de su padre, derramando su sangre en el suelo. Nunca nadie más que él sería dueño de su propio destino.

Este tal vez sea el cómic más bello jamás dibujado. Mi consejo es que si todavía no lo conoces, le hagas un hueco en tus lecturas. Ningún cómic que se publique en la actualidad se le puede comparar. Ni de lejos.

miércoles, 22 de agosto de 2012

ADDIO, SERGIO TOPPI (1932-2012)



Continúa la maldición de Agosto. Ayer día 21 falleció el dibujante e ilustrador italiano Sergio Toppi a los 79 años de edad en Milán, su ciudad natal. Descanse en paz.

A pesar de que estudió diseño durante dos años en la Scuola d’Arte del Castello, Toppi siempre insistió a lo largo de su vida en que su formación había sido básicamente autodidacta. De hecho, al poco de iniciar la carrera de Medicina, la abandonó para dedicarse al mundo de la ilustración.

Maestro de maestros y auténtico genio del cómic (o de los fumetti, como dicen en tierras transalpinas), Toppi siempre destacó por su particular concepto de composición de página, sin apenas desglose de viñetas, en el que a veces una única ilustración componía un todo orgánico en el que fluía la narración. Otro de las señas de identidad del autor fueron las complicadas tramas manuales con las que adornaba sus dibujos (de clara influencia modernista) así como el magistral empleo de la técnica del claroscuro. Toppi siempre supo asimilar lo mejor de la influencia de pintores como Klimt o Egon Schiele (fijaos en las esbeltas manos y los rostros lánguidos de sus personajes).

Mi primer contacto con las obras de Toppi tuvo lugar hace muchos años, en las páginas de las revistas de Josep Toutain ‘Creepy’ y sobre todo ‘Ilustracion + Comix Internacional’. Por mi parte fue un auténtico shock descubrir entonces a aquel autor de trazo tan extraordinariamente elegante. Amor a primera vista, de los que no se olvidan.

Con especial cariño recuerdo la serie ‘Sheherazade’, en la que Toppi se encargaba de adaptar algunos de los mejores cuentos de ‘Las Mil y Una Noches’, el clásico de la literatura árabe. Esta serie comenzó a publicarse originalmente por entregas en la revista italiana ‘Linus’ en 1976. En España fue publicada por primera vez en 1982 en la revista ‘Ilustracion + Comix Internacional’, de cuyo número 15 está  extraída la siguiente historia, ‘Te curaré, señor’. Os recomiendo que, para poder ver las páginas a un tamaño mayor del que permite el visor de Blogger, clickéis sobre ellas con el botón derecho del ratón y seleccionéis la opción ‘Abrir vínculo en una nueva pestaña’. Así podréis apreciar con más claridad los delicados detalles del dibujo.




















En 2005, Planeta de Agostini reeditó esta obra íntegramente en dos hermosos volúmenes dentro de la Colección BD, bajo el título de ‘Sahrazad’.


En fin, esperemos que termine pronto este fatídico mes en el que con tanta asiduidad nos hemos tenido que despedir de grandes creadores, deseando al mismo tiempo que no tengamos que volver a hacerlo de ninguno más.

martes, 21 de agosto de 2012

LIFE WEARY OF THESE WORLDLY BARS



CASIO:
Entonces ya sé donde envainar este puñal;
Casio librará a Casio de la esclavitud.
Con esto*, dioses, fortalecéis a los débiles;
con esto, dioses, derrotáis a los tiranos.
Ni torre de piedra, ni muros de bronce templado,
ni cárcel malsana, ni férreas cadenas
podrán sujetar al espíritu resuelto;
pues la vida cansada de prisiones terrenas
tiene siempre el poder de liberarse.
Si yo sé esto, sepa el mundo entero
que la tiranía que me toca padecer
me la puedo sacudir a voluntad.

Julio César - William Shakespeare
Acto primero - Escena III

* Con el puñal, es decir suicidándose. Los actores que encarnan
a Casio suelen recitar estas palabras con el puñal en la mano.

TONY SCOTT: NADA HUMANO AMA ETERNAMENTE (1944-2012)



El director de cine Anthony 'Tony' Scott nos ha dejado: el Domingo 19 de Agosto decidió voluntariamente poner fin a su vida a los 68 años, arrojándose desde lo alto de un puente en la ciudad de Los Ángeles, California. Al parecer, los médicos le habían diagnosticado poco tiempo antes un tumor cerebral maligno, completamente inoperable. D.E.P.

Agosto negro éste, en el que en apenas 20 días han muerto también Rambaldi y Kubert, aunque por causas distintas a esta.

Más allá de lo trágico de la noticia, estuve todo el día de ayer pensando si publicar este post o no. El suicidio no es un asunto con el que se pueda frivolizar. Es un tema espinoso, con una gran cantidad de implicaciones éticas, morales, legales, sociológicas, filosóficas y espirituales. La mayoría de las religiones del mundo consideran el acto de quitarse la vida el peor atentado contra Dios que pueda cometer un ser humano. En muchas sociedades está considerado un auténtico tema tabú, quedando el suicida (y lo que es más importante, también sus familiares directos) completamente estigmatizados de por vida.

Cada cual, atendiendo a su educación o a sus creencias personales, tendrá una opinión distinta, más o menos favorable, sobre el suicidio. A título personal, desde aquí lo único que puedo expresar es RESPETO por la decisión personal tomada por el señor Scott. Está lejos de mi ánimo hacer apología de nada, pero creo que uno debería ser capaz de poder decidir sobre su propia vida y cuando y cómo ponerle fin. Especialmente en el caso de enfermedades terminales, en las que el único horizonte que aguarda al enfermo, auténtico muerto andante, son semanas o meses de intenso dolor y sufrimiento físico. Scott decidió ahorrarse ese mal trago, y yo lo respeto, por mucho que haya quien piense que el cáliz vital debe apurarse hasta la última gota. Tu vida, tu decisión.

Lo RESPETO, aunque no lo comparto. Creo que yo nunca sería capaz de reunir el valor necesario para llevar a cabo semejante acción. Claro que tampoco me he visto nunca en una situación tan desesperada (y espero no verme nunca) como para comprobarlo. Entonces, quizás, quien sabe...

No voy a entrar a debatir sobre la calidad como director de Tony Scott ni sobre la comercialidad de su obra, siempre a la sombra de la de su hermano Ridley, a veces injustamente. Lo único que voy a decir es que su ópera prima, 'El Ansia' (The Hunger, 1983), es una de las mejores películas jamás rodadas sobre el mito del vampirismo. También es mi película favorita de la filmografía de Scott. Protagonizada por Catherine Deneuve, Susan Sarandon y el cantante y actor David Bowie, es una magnífica revisión del tema de la vampiresa y sus implicaciones lésbicas, con la 'Carmilla' de Sheridan Le Fanu al frente.


Los vampiros, esos seres aferrados a la vida eterna, o a un simulacro de vida que no es más que muerte disfrazada.

A destacar la magnífica secuencia de apertura del film, con Peter Murphy, cantante del grupo gótico Bauhaus, entonando la letra de la canción que hiciera famosa a su banda, 'Bela Lugosi's Dead', con homenaje final a Hitchcock y el sumidero de la ducha de 'Psicosis' incluido. Si después de semejante introducción no te quedas enganchado a la película, es que no tienes sangre en las venas.


Sucesos como la muerte de Tony Scott nos enfrentan a la propia fragilidad y finitud del ser humano. El hombre no está diseñado para vivir para siempre. Por mucho amor a la vida que guarde, nada humano ama eternamente, como reza el cartel de la película 'El Ansia'.

Y como cantaba Freddie Mercury... 'Who wants to live forever?'

lunes, 13 de agosto de 2012

JOE KUBERT, ADIÓS A LA LEYENDA (18/09/26 - 12/08/12)



A estas horas el bueno de Joe vuela hacia el cielo con unas alas de ángel muy parecidas a las de Hawkman y Hawkgirl.

Y perdón por el exabrupto, pero si uno no ha leído 'Fax from Sarajevo', una de las mejores novelas gráficas del siglo XX, entonces no merece llamarse aficionado a los cómics.

Descansa en paz, maestro.

sábado, 11 de agosto de 2012

HA MUERTO CARLO RAMBALDI (15/09/1925 - 10/08/2012)




Me veo obligado a dejar las vacaciones de Agosto temporalmente aparcadas para hacerme eco de esta triste noticia: ayer falleció el italiano Carlo Rambaldi, a los 86 años de edad.

A pesar de que vivió los últimos años de su carrera retirado del mundo del cine, Rambaldi fue uno de los expertos en efectos especiales más reconocidos y de más éxito durante las décadas de los 70 y 80, en las que ganó dos Oscars. Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Bolonia, y fogueado en el cine fantástico italiano, su primer gran éxito internacional vino con el famoso remake de Dino de Laurentis del clásico King Kong (1976) dirigido por John Guillermin y protagonizado por Jessica Lange y Jeff Bridges. Su King Kong, visto a día de hoy, tiene el mismo encanto naif que el realizado por Willis O’Brien en el film original de 1933.




Su excelente trabajo en esta obra le valió para que Steven Spielberg contara con sus servicios para encargarse al año siguiente de los efectos especiales de ‘Encuentros en la Tercera Fase’ (1977).

En 1979, Ridley Scott le contrató para que llevara a las pantallas los imposibles diseños de Moebius y H. R. Giger en ‘Alien, el Octavo Pasajero’. Rambaldi creó la legendaria cabeza mecánica retráctil que nos aterrorizó a todos, y por la que ganó el Oscar. ‘En el espacio nadie puede oir tus gritos’.





Pero sin duda su creación más famosa, aquella por la que ha pasado a la inmortalidad, es la de ‘E.T. el Extraterrestre’ (1982), el tierno visitante de otro planeta. Si en el film de Scott su alienígena nos hizo temblar, en el de Spielberg nos emocionó hasta el llanto. Gran parte del éxito de esta película radica en el maravilloso diseño del personaje creado por Rambaldi.




En la década de los 80 también se encargó de los efectos especiales de la película ‘Dune’ de David Lynch (1984), adaptación de la famosa novela de Frank Herbert. Los gusanos de arena de esta película tienen el sello de Carlo Rambaldi.

Con la muerte de Rambaldi muere una forma de hacer cine que ya jamás volverá. La época en que los efectos especiales y los trucajes se realizaban artesanalmente DELANTE DE LA CÁMARA, pura prestidigitación, pura magia cinematográfica. Hoy en día el 95% de los FX se realizan en postproducción digital. 

Rambaldi está, junto a Méliès o Harryhausen y sus entrañables stop motion, en el Olimpo de los magos del 7º arte.

D.E.P.

P.D.: En Septiembre volvemos con más y mejor.